Luis, iniciaste tu carrera en el mundo de la performance y la música electrónica bajo el seudónimo de Electroboy. ¿Qué te llevó a explorar estos campos artísticos en tus comienzos?
Todo comenzó con la música. Electroboy, mi proyecto de electro-punk, fue mi primer laboratorio artístico. Esta experiencia me abrió las puertas al arte contemporáneo y me impulsó a seguir creando y buscando nuevas formas de expresión.
Empecé con la música porque era lo más cercano que tenía y conocía. Al empezar a componer y con la llegada del
Musac, empecé a interesarme por el Arte Contemporáneo y todo lo que ofrece de experimentación y creación. Por eso dejé la música y empecé a crear performances.
Tu serie "Enumeraciones" convierte estadísticas de problemáticas sociales en obras de arte. ¿Cómo surgió la idea de transformar datos fríos en piezas visuales?
Inspirado en la incapacidad del cerebro humano para procesar números astronómicos, desarrollé la serie 'Enumeraciones'. Estos lienzos negros, adornados con constelaciones luminosas, convierten estadísticas de muertes en representaciones visuales accesibles. Al transformar datos fríos en imágenes poéticas, invito al espectador a reflexionar sobre el sufrimiento humano subyacente a cada cifra. La serie 'Enumeraciones' busca generar una conexión emocional con el espectador, demostrando que detrás de
cada número hay una historia.
Las obras funcionaban como códigos visuales, donde cada capa revelaba una nueva dimensión del sufrimiento humano representado por las estadísticas. A través de esta codificación, el espectador se convierte en un descifrador de significados, explorando la complejidad de las cifras y conectando con la experiencia humana subyacente.
En 2015, realizaste la performance "Todos los nombres" en la plaza de San Marcos de León, en colaboración con la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica. ¿Qué significó para ti esta experiencia y qué impacto buscabas generar en la comunidad?
Fue una experiencia abrumadora por la envergadura de la acción y la cantidad de personas involucradas. Al ser una performance donde es la propia gente la que construye la obra (pintar con tiza los nombres de las personas que estuvieron presas en el Hostal de San Marcos), y por otra parte, por toda la carga política que conlleva tratar un tema tan politizado como la guerra civil española, resultó en una experiencia bastante estresante pero enriquecedora al mismo tiempo.
Escribir los nombres de las víctimas fue una experiencia que me marcó profundamente. Sentir la energía colectiva mientras cada nombre era inscrito en el suelo fue un acto de reparación histórica. Al mismo tiempo, fue un recordatorio de la importancia de la memoria individual. Cada nombre representaba una vida truncada, una historia de dolor y resistencia. A través de esta acción, buscamos construir puentes entre el pasado y el presente, para que las nuevas generaciones puedan aprender de los errores del pasado y construir un futuro más justo y equitativo.
El impacto que quería generar en la comunidad era poder hablar de la historia de la guerra civil española y del franquismo sin tapujos y veladuras, de una forma natural, no como ahora, donde esa parte de la historia de España se tergiversa, se anula y parece no haber existido.
Tu obra a menudo denuncia tabúes y atropellos en la sociedad occidental. ¿Cómo percibes el papel del artista como activista en la sociedad actual?
Pues llevo tiempo dándole vueltas a esa pregunta y buscando respuestas satisfactorias: ¿Cuál es el papel del 'artista activista' dentro de la sociedad, el Arte y el sistema artístico contemporáneo?
En medio de estas reflexiones, estoy escribiendo un decálogo del artista activista para establecer unas pautas de actuación claras. Mi objetivo es evitar caer en el mero activismo superficial y poder llevar de forma genuina el adjetivo 'activista' en el contexto artístico actual. Quiero marcar una diferencia real y no ser simplemente un observador de las desgracias ajenas, un mero turista.
Has abordado temas como los desahucios en España, colaborando con la Plataforma de Afectados por la Hipoteca. ¿Cómo integras estas colaboraciones en tu proceso creativo y qué aportan a tus obras?
El trabajar con asociaciones y colectivos a pie de calle me aporta información verídica sobre los problemas sociales. Yo intento siempre crear obras que les sean útiles para poder llevar a cabo sus objetivos, aportando una visualización de toda la problemática que ellos intentan solucionar.
El capital humano y sus reflexiones son lo que hace avanzar las obras y, sobre todo, que su autenticidad no sea una mera caricatura del problema, sino un medio de comunicación efectivo con el público.