Detrás de Literatessen se encuentra un fundador, David Lera, con más de 20 años de experiencia en la industria editorial, un profesional que decidió dar un giro a su carrera para materializar una visión muy personal. Después de décadas trabajando en proyectos ajenos, este emprendedor apostó por un concepto que busca ser mucho más que una simple librería: un refugio cultural donde lectores de todas las edades puedan reunirse, intercambiar ideas y construir una comunidad sólida alrededor de los libros.
Lo que distingue a Literatessen de otras librerías es su enfoque en la experiencia del lector. Más allá de la venta de libros, este espacio busca fomentar encuentros significativos mediante una amplia variedad de actividades culturales. Talleres de escritura, charlas con autores, presentaciones de libros y lecturas colectivas son solo algunas de las iniciativas que Literatessen pone a disposición de su comunidad.
Uno de los pilares más interesantes del proyecto es su club de lectores, una plataforma diseñada para mantener una relación activa con sus miembros. A través de un grupo de WhatsApp o correo electrónico, Literatessen comparte recomendaciones literarias, organiza debates temáticos y ofrece acceso exclusivo a eventos. Este club no solo fortalece la conexión entre los lectores, sino que también consolida el vínculo con la librería, generando una fidelidad que va más allá de la simple transacción comercial.
El espacio físico de Literatessen es otro de sus grandes atractivos. Inspirado en las librerías del norte de Europa y de ciudades como Nueva York, su diseño combina funcionalidad y estética en un ambiente cálido y acogedor. El color amarillo, que domina la decoración, no es una elección casual: simboliza la alegría, la energía y la pasión por la lectura, convirtiendo a la librería en un punto de referencia visual que invita a entrar y explorar, "un antorcha que brilla en la noche", según afirma su propietario.
Aunque Literatessen se define como un espacio físico, no ignora la importancia de la digitalización. Su presencia en redes sociales y su club de lectores permiten extender la experiencia de la librería más allá de sus muros. La combinación de lo físico y lo digital crea una simbiosis perfecta que permite a Literatessen llegar a una audiencia más amplia sin perder su esencia.
Además, el asesoramiento personalizado es uno de los valores diferenciales de Literatessen. Los lectores pueden recibir recomendaciones adaptadas a sus gustos e intereses, un servicio que refuerza la conexión emocional con la librería y que es difícil de replicar en plataformas exclusivamente digitales.
Literatessen no es solo una librería; es un modelo de cómo estos espacios pueden adaptarse a los cambios culturales y tecnológicos para seguir siendo relevantes. Al centrarse en la creación de comunidad, el diseño innovador y el uso estratégico de herramientas digitales, Literatessen demuestra que las librerías físicas aún tienen un lugar vital en la sociedad contemporánea.
En un mundo que a menudo prioriza la inmediatez y la virtualidad, Literatessen nos recuerda el valor de las conexiones humanas, el placer de hojear un libro en un entorno inspirador y la magia de compartir historias. Es un ejemplo brillante de cómo combinar tradición e innovación para mantener viva la pasión por la lectura.